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ACOSO EN LA RED

¿Qué es?

Heineman en 1969 y Olweus en 1973 definen este concepto como forma de violencia que se da entre compañeros y, por tanto, recuente en contexto escolar. Existen distintos términos para referirnos a este fenómeno: acoso escolar, bullying (del inglés bully, que significa “matón”) o violencia entre iguales. Este último parece el más adecuado. La definición de Olweus es muy utilizada: “Un estudiante es acosado o victimizado cuando está expuesto de manera repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes, sin capacidad para defenderse”.

La forma en que se comete puede ser verbal, física o de aislamiento social hacia la víctima (tabla 1). Los espectadores (otros alumnos) son clave, ya que es a ellos a quien el acosador quiere mostrar su poder. Con su silencio permiten la perpetuación de estas acciones (apoyando o no al agresor).

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Ciberacoso

 

Se denomina ciberacoso cuando, de forma reiterada, un sujeto recibe de otros a través de soportes móviles o virtuales, agresiones (amenazas, insultos, ridiculizaciones, extorsiones, robos de contraseñas, suplantaciones de identidad, vacío social…) con mensajes de texto o voz, imágenes fijas o grabadas, etc., con la finalidad de socavar su autoestima y dignidad personal y dañar su estatus social, provocándole victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social.”

En definitiva, acoso escolar es cualquier forma de maltrato, ya sea psicológico, verbal o físico producido entre iguales en el ámbito de los centros educativos y que se mantiene en el tiempo. Y en concreto, el ciberbullying es el acoso de una persona a otra, empleando para ello medios tecnológicos

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Los perfileacosado - acosador - espectador

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El acosador. Se puede encuadrar en el líder del grupo, no por su carisma sino por su fortaleza. Suelen actuar por "prontos" y resuelven mal los conflictos. Muchas veces descargan sus frustraciones con el débil del grupo de forma inapropiada, ya que carecen de empatía y sentimiento de culpabilidad.

Los espectadores. Pueden tener cualquier característica. Pueden ser alumnos modelo que de alguna manera acaban interiorizando errores de atribución hacia la víctima ("se lo merece") o tienen miedo de acabar ellos siendo las víctimas, perdiendo popularidad al defenderle.

La víctima. No suele ser popular. Es habitualmente tímido, introvertido, con una personalidad débil o algún rasgo físico diferente hacia el cual pueden ir dirigidas las burlas. La falta de habilidad social, si además está presente, lo favorece.

Porcentajes

 

Según un estudio realizado por la Universidad de A Coruña y la Universidad Internacional de la Rioja sobre el ciberacoso en la niñez, tomando como muestra a 864 participantes de diferentes universidades del norte de España, podemos observar y analizar los siguientes resultados: la mayor parte del ciberacoso se acumula a partir de los 10 años, con grandes diferencias entre los 13 y 15 (hombres con 48% y mujeres con 32%) y entre los 16 y 17 (hombres con 22% y mujeres con 37%), siendo predominante en la adolescencia; la mayoría de los estudiantes aseguran no sufrir con frecuencia este tipo de acoso, aunque algunos afirman que lo sufrieron varias veces a la semana; en cuanto al tipo de acoso, se trataba principalmente de insultos/ofensas, amenazas y difusión de rumores o de información personal. No se observan importantes diferencias entre chicos y chicas (Rivadulla López & Rodríguez Correa, 2019).

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Para reflexionar..

El morbo fue lo que le llevó a Pablo a intercambiar a través del móvil, material propio, con contenido sexual. Se lo enviaba a otro chico que conoció a través de internet y, así, sin pensarlo demasiado se adentró en el peligroso mundo del sexting. Lo que empezó como un juego, terminó en pesadilla.

Este caso nos permite reflexionar sobre otro de los tantos peligros que conllevan las redes sociales e Internet: el sexting. 

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Cada vez son más los casos de sexting, que trae consigo el ciberacoso escolar. Sin embargo, tras un análisis de estos casos he concluido que hay una gran carencia en la formación de los docentes que no permiten desarrollar de forma óptima soluciones ante estas situaciones. Existe una gran carencia tanto a la hora de detectar estos casos como a la hora de llevar medida de actuación para resolver los mismos. 

Por otra parte, los centros educativos no les dan la importancia que merecen pues creen que es algo ajeno a ellos por el mero echo de producirse dentro del ámbito escolar. 

Por ende, como futuros docentes, debemos tomar consciencia de estas realidades y prepararnos para saber y ser capaz de afrontarlas. 

Conclusión final 

Este tema ha resultado muy interesante pues, en los cuatro años universitarios que llevo de recorrido, muy débilmente se han tratado temas tan importantes como son el acoso escolar y el ciberacoso. Existe una gran carencia en los docentes en cuanto a formación en estos ámbitos lo que los incapacita para gestionar estos casos en el aula, lo que conlleva en numerosas ocasiones a consecuencias extremas. 

Debemos concienciarnos que si en nuestra aula se manifiesta algún caso de ciberacoso o acoso escolar estamos obligados a mediar hasta radicar con el problema. Nos convertimos en espectadores, y por tanto en colaboradores activos de dicho acoso, cuando no tomamos ninguna medida al respecto al no darle la importancia que merece. 

Por tanto, es importante que como futuros docentes nos formemos en este campo para poder afrontar estas realidades. Que la carrera no nos ofrezca una formación completa en este ámbito no debe ser una escusa para librarnos de esta formación pues, al igual que todas las demás que se imparten en la carrera, se encuentra al mimo nivel de importancia. Considero que si queremos ser profesores que ofrezcan una enseñanza de calidad no debemos descuidar estos temas. 

Bibliografia

ABC. (17 de septiembre de 2019). Recuperado el 19 de noviembre de 2020, de El duro testimonio de una víctima de ciberacoso tras dos años de tortura: https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-duro-testimonio-victima-ciberacoso-tras-anos-tortura-201909162343_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F#disqus_thread

Armero Pedreira, P., Bernardino Cuesta, B., & Bonet de Luna, C. (2011). Acoso escolar. Pediatría Atención Primaria, 13(52), 661-670.

Colegio Santiago Apóstol (2015). El Club de Valientes en la Comunidad de Aprendizaje del colegio Santiago Apóstol. Recuperado el 19 de noviembre de 2020, de https://www.santiagoapostolcabanyal.es/wp-content/uploads/2016/05/Adjunto-El-Club-de-los-Valientes-en-la-Comunidad-de-Aprendizaje-del-colegio-Santiago-Ap%C3%B3stol-1.pdf

Herrero, S (2017) El Club de las Personas Valientes. Tiempo de actuar: recursos didácticos para convivir y perdurar. Recuperado de: https://tiempodeactuar.es/blog/el-club-de-las-personas-valientes/#:~:text=El%20Club%20de%20la%20Personas,aunque%20tambi%C3%A9n%20vale%20para%20secundaria.

 

infobae. (14 de septiembre de 2013). Recuperado el 19 de noviembre de 2020, de EEUU: niña de 12 años se suicida tras sufrir ciberacoso: https://www.infobae.com/2013/09/14/1508872-eeuu-nina-12-anos-se-suicida-sufrir-ciberacoso/

 

Longas, E. S., & Rodríguez, C. P. (2016). El club de valientes de la comunidad de aprendizaje CPI Sansomendi PI. Padres y Maestros/Journal of Parents and Teachers, (367), 38-41.

Martínez, M. T. (2014). Educar en las Nuevas Tecnologías. Prevención del ciberacoso. Marpadal Interactive Media SL.

Rivadulla López, J. C., & Rodríguez Correa, M. (2019). Ciberacoso escolar: experiencias y propuestas de jóvenes universitarios. (A. I. Distancia, Ed.) Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, vol. 22 (núm. 2): https://www.redalyc.org/jatsRepo/3314/331460297010/html/index.html

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